El actor estaba tan dolorido que tenía que pegarse al cuerpo bolsas de hielo para intentar aguantar las escenas de acción. 

Ahora que el actor Brendan Fraser está viviendo su propio "Renacimiento", como antes hicieron otros intérpretes como Matthew McConaughey, es inevitable mirar atrás y ver cuánto ha cambiado desde los días en los que protagonizaba películas en taparrabos y era un auténtico héroe de acción en sagas como la de La momia. 

No obstante, aunque no hay duda de que fue uno de los momentos más álgidos de su carrera, Fraser no recuerda esos días con especial cariño, sobre todo porque después de estar años haciendo sus propias escenas de acción, su cuerpo cada vez se resentía más. "Durante años sufrí muchos golpes al hacer todas mis escenas de acción y al final necesité una operación de espalda y unas bisagras".

Tráiler de La ballena (The whale)

Cuenta el intérprete durante una entrevista con The Telegraph, en la que ha reconocido que el rodaje de la tercera película de La momia, La tumba del emperador dragón, lo recuerda con mucho dolor ya que su cuerpo se resentía cada vez más del ejercicio extremo. "Cada mañana, me tenía que poner mi traje de gladiador, que consistía en un exoesqueleto de bolsas de hielo pegadas a mi cuerpo".

Preguntado por el por qué de hacerse pasar a sí mismo por semejante sufrimiento, Fraser cree que era una forma de "castigarse" porque no se merecía lo que estaba viviendo. "Claro que me odiaba a mí mismo. Creo que yo mismo pensaba que me merecía que me pegaran una paliza y siempre quería ser el primero que recibiese el primer golpe". 

Gracias a Darren Aronofsky y su película La ballena, Brenda Fraser ha vuelto a la planta mediática por todo lo alto, incluso con una nominación a los Oscar en la categoría a Mejor actor por su papel en la cinta en la que un hombre con obesidad que vive apartado de la sociedad intenta reconectar con su hija adolescente. 

"Lo único que puedo decir es que sabía que la película tenía que hacerse con sensibilidad y honestidad. Poner a Charlie entre comillas, tratar de sentimentalizarlo o convertirlo en un muñeco de circo, no hubiese sido algo en lo que me hubiese gustado participar", ha explicado Brendar Fraser, que estrenaba La ballena el pasado 27 de enero.