Dice la Real Academia de la Lengua Española que “percepción” es “la sensación interior que resulta de una impresión material producida por los sentidos corporales”.

En muchas ocasiones, esa impresión personal reta el lado de la realidad. Un termómetro puede marcar 70 grados; para una persona está agradable la temperatura, pero para otra podría estar fría. Así que el asunto es relativo.

Ello ocurre con las encuestas. Ya asomó la primera, realizada por un medio periodístico, El Nuevo Día. La misma toma un retrato que mide cuál es la percepción ciudadana del Puerto Rico actual.

Los portavoces del Gobierno brincaron, pues un 88% de los encuestados percibe que la situación en Puerto Rico está o mal o muy mal. Son números preocupantes para cualquiera que aspire a seguir al mando del País.

De inmediato, vacían el discurso de que “¡nunca antes se había repartido más dinero!”. “¡Aquí el desempleo está en cifras históricas!”. “¡Es monumental el dinero que se tiene para obra pública!”

En fin, toda una andana de palabras para lanzar lodo a los resultados de la encuesta y tratar de asesinar, en sentido figurado, al mensajero en lugar de analizar los datos.

Es cierto que producto de los huracanes, pandemias y terremotos, Puerto Rico ha recibido una catarata de fondos a nivel personal como gubernamental. Es cierto que la economía ha recibido un impacto positivo de acuerdo a los números del consumo. Sin embargo, existe otra realidad paralela con la cual esa lluvia de dinero ha tenido que competir.

Se trata de la inflación. Esa acción económica que no se puede controlar desde el Gobierno central, pues está atada a nuestros intereses mundiales. Sin embargo, impacta el bolsillo del ciudadano que se enoja cuando va al supermercado y en par de bolsas de productos ve cómo se van cientos de dólares. La ecuación es peor ya que observa el aumento de mes en mes.

Lo mismo le ocurre con las facturas de energía eléctrica que, simplemente, no bajan. La ira se descarga contra el Gobierno. Es así, como unos a otros, se desahogan en ese supermercado o en esa cafetería que frecuentan para comprar un desayuno o almuerzo bastante caro.

Son las ironías de la vida. Se tiene trabajo o se consiguen trabajos con sueldos mediocres. Se anuncian grandes obras de construcción, pero simplemente no se ven, porque están atascadas en ese proceso burocrático del papeleo, los permisos, las subastas, etcétera.

Los intereses suben y financiar el carro y la casa se me hace más caro. En fin, entramos en esa espiral inflacionaria que nos deprime y hace que reclamemos de inmediato que “la cosa está mala”.

En muchas ocasiones, ese disgusto se vuelca en contra del gobernante de turno. Ocurrió contra Hernández Colón en el 1976. La crisis del petróleo acabó con su gobernación, frente a Romero Barceló. También ocurre lo contrario. Cuando se está en las papas, se premia. Le ocurrió a Rosselló padre en el 1996. Una economía vigorosa, en la que el dinero corría, lo llevó a superar el margen del millón de votos.

Así que muchas veces no es decirlo, comentarlo o sacar datos de ayudas, fondos o asignaciones otorgadas. Es si ese ciudadano de a pie está bien y le sobra dinero en su bolsillo. Si los dos discursos no armonizan o concuerdan, el resultado podría ser fatal en las urnas.

Ya se dijo en la campaña de 1992, cuando Bill Clinton atacaba a quien parecía un imbatible George Bush y su 90%. A pesar de esos números, el norteamericano de a pie confrontaba problemas con su vida cotidiana y sus necesidades básicas. Así se estableció aquello de: “¡es la economía, estúpido!”. Lo demás fue historia.

Clinton ganó y Bush se fue con solo un término de mandato. Ahora está por verse qué ocurrirá en Puerto Rico. La mesa está servida…

Egresado de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico y con una experiencia de 28 años en el campo del periodismo. Labora como reportero de NotiCentro y es el ancla de la Edición Estelar. Moderador del programa “Normando en la Mañana” de Noti Uno 630 y desde el 2011 columnista del periódico Primera Hora. Desde el 2013 produce y dirige el programa Ahí Está la Verdad por Wapa Televisión. Padre de seis hijos y orgulloso hijo del pueblo de Utuado. ¿Qué les parece? El veterano periodista analiza los temas calientes del quehacer noticioso del País.

Regístrate para recibir a tu email nuestro periódico en su versión digital.

Al suscribirte aceptas nuestros Términos y Política de privacidad. Pronto comenzarás a recibir nuestro newsletter.

Copyright © 2023 GFR Media LLC. Todos los derechos reservados.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: